Su forma de ver a los animales le conducía a llamarlos hermanos.
Hay una leyenda de San Francisco y el hermano lobo, en la que cuenta la leyenda que en la ciudad de Gubbio, había un lobo que mataba a animales y hombres, y eso tenía muy aterrorizado al pueblo, entonces San Francisco fué allí, el lobo corría hacia San Francisco con la boca abierta, y San Francisco poniendo sus brazos en forma de cruz, hizo que el lobo se quisiera detener, y esa fiera, se comportara como un manso cordero.
Él acostumbraba a llevar a los animales a la iglesia para la misa especial nombrada “Bendición de los Animales”.
San Francisco amó a todas las criaturas de Dios y siguió su ejemplo de bondad, misericordia, compasión y amor por toda la creación.
Él podía vestir como quisiera, cuando era joven era muy elegante, pero un día se encontró, con un mendigo, y por compasión, se cambió su ropa con la de el mendigo, por eso viste como alguien pobre.